sábado, 2 de febrero de 2008

Triste realidad


A pesar de que la imagen a primera vista, y por su colorido pueda parecer una imagen algo alegre, si miramos detalladamente nos damos cuenta de que en realidad es una imagen muy triste. Una joven delgada, de cabello largo y en general “bonita” llevando puesto un uniforme escolar azul, que contrasta con el fondo de la imagen, se encuentra sentada en una alta torre mientras aprecia las ruinas (cubiertas por el mar) de lo que solía ser una gran ciudad. La expresión de la joven es calmada, como si lo que tuviera ante sus ojos fuera algo normal. Probablemente el autor de la imagen quiso representar en ella una triste realidad que los hombre vivimos hoy en día, y es el hecho de que vivimos y vemos el mundo que nos rodea como si nada estuviera pasando, pero aun así sabemos que este esta siendo destruido lentamente, y que los causantes de ellos somos nosotros mismos.

Fria tarde de invierno


Claramente se puede ver que el retrato es de una pequeña niña en una fría tarde de invierno. Unos pequeños copos de nieve alrededor de la pequeña dan a entender que está nevando, y el gran numero de arboles sin hojas en el fondo dan a entender que ella se encuentra en lo que solía ser un bosque y que el invierno en ese lugar ha empezado ya hace algún tiempo.

A pesar de no ser una foto real, el autor de la imagen ha logrado crear una imagen muy real de la niña, como si esta estuviera mirando hacia la cámara. La pequeña se encuentra vestida con un largo abrigo de color morado oscuro que deja ver un vestido blanco debajo de él. Del mismo color del abrigo se encuentra un gran gorro sobre la cabeza de la niña, que tiene un pelo casi tan blanco como la misma nieve. Debido a la ropa de invierno que está usando, la única parte de su cuerpo visible es su cara. Su piel, casi tan blanca como su pelo, hace resaltar esos hermosos ojos rojizos que tímidamente miran hacia adelante, mientras con sus manos, posadas delante de ella nos muestra que aspear de su pesada ropa aun siente algo de frio.